lunes, 20 de febrero de 2012

Toda una vida soñando

Seis de la tarde. Desperté cansada. Ayer se me acabaron los currículos y la plata. Me paré sobre la cama y me asomé por la ventana del departamento del quinto piso del edificio. Miré Santiago y volví a acostarme. En mis sueños no tengo que caminar tanto.


Lamentablemente no es mio pero me llegó tanto como si lo fuera... Sinceramente en estos tiempo en que comienza la cuenta regresiva de la entrada a clases y todo eso, prefiero mantener mi mente en blanco y solo observar como todo fluye.

1 comentario:

  1. - ¿Así que Santiago es grande?, Señaló él con ironía.
    - ¡Ciertamente, inmenso!, dijo ella con firmeza
    - Entonces nunca nos volveremos a ver...

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