Cada vez que un escritor prófugo de la sociedad literaria
piensa en que podría hablar, en quien lo podría tal vez leer o más bien, a
quien podría inspirar con alguna de sus creaciones.
Las pequeñas obras literarias en las cuales me voy a enfocar,
se refieren a que el escritor como tal se enloquece con las mil y un palabras
que se le pasan por la mente y que quisiera llevarlas todas al papel de una
forma explosiva, melodramática y hasta meditada para que todo lo que quisieran
expresar sea claro y comprensible para todos los lectores. Para mí, simplemente
el escribir es un arte libre para quien lo desee, ya que siempre va a existir
algo interesante que leer.
Me considero una lectora de blogs bastante interesada en
saber e imaginar en que podrían tal vez sentir estos personajes o libres
escritores náufragos escondidos del mundo físico.
El arte de escribir poesía, vivencias ilógicas o extrañas conllevan
varias acciones entre sí, se convierte en una experiencia que llega a doler la
cabeza de tantas palabras sueltas dentro del cerebro, pero esa creación cuando
ya está lista para publicarse, es un deseo de satisfacción difícil de igualar a
otro trabajo.