jueves, 2 de agosto de 2012

Niñerías

¿Qué pasó con aquellos momentos en que la vida se hacía tan simple?

Cuando un castigo pasaba al olvido con SÓLO SONREÍR, o las travesuras te hacían jugar con el peligro y sentirte GRAAANDE?
Y es que únicamente los niños tienen esa libertad infinita, esa capacidad de viajar a mundos imaginarios...
Ellos no saben del futuro, ni tampoco se preocupan de él, viven intensamente el aquí y ahora y es esa precisamente su gran lección: Disfrutar MÁS y pensar MENOS.

Es tal cual como lo vi en mis días junto a pequeños amorosos, rudos y tiernos a la misma vez. Tal vez es el lugar, quizás es el amor con que enseñan o puede ser la metodología del Jardín. Lo único que sé es que sus mentes vuelan literalmente. Desde el lunes que empecé a bucear en los mares más profundos del capitán Garfield y eso que no sé ni nada (jaja) viajé al espacio exterior junto a 2 o 3 niños de apenas 4 años de edad sin protección; sé que los hice sufrir, reír y llorar también, pero estoy convencida de que no pasé desapercibida y ese es el mejor regalo que me pudieron dar estos pequeñines en estos días.

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