Te escucho en silencio.
Tu respiración acaricia
mi piel y tus bellas manos visten mi cuerpo. ¿Por qué cada vez que te siento
cerca, te vas? Quisiera saber con qué sueñas, en que piensas, que pretendes
hacer…
Al caer las lágrimas al
cerrar aquella puerta es lógico que te vayas sin decir nada, lo que no es
normal, es que no me despegues la mirada, esa mirada que me hace volar por el
aire o quizás flotar bajo el agua. Ya parezco una marioneta manejada por tus
nobles manos…
Es increíble cuando
estás hablando y como si nada una obstrucción de aire interrumpe nuestra
conversación; pero que tan increíble es cuando conoces un chico estando
enloquecida de otro y este nuevo personaje te obstruye el corazón dejándolo
momentáneamente fuera de servicio externo.
Hace pocos segundos me
corté un dedo y me hizo pensar que la sangre fluye dentro de su envase y cuando
se libera, deja al descubierto su nítido color asomando un sabor único e
inexplicable. Lo mismo ocurre cuando afloran las pasiones por ver lo nuevo, lo
desconocido, mis sentimientos liberaron todo el deseo que siento cuando me
encuentro cerca de él.
No sé si sentirá lo
mismo pero quisiera que me lo haga saber, ya que este momento me hace pensar
cada vez más en él. Quizá hubiese sido mejor quedarme como una inocente
criatura y no hacerle creer al resto que ya crecí, mientras que el ser vivo que
me importa sigue creyendo que soy una niña por mis diversas e inmaduras
actitudes.
Ya no soy manipulable,
siendo así, se puede deducir que ahora brillo con luz propia y no a costas de
los demás.
-
No sé qué te pasó, ya no eres como
antes, lo he ido arruinando todo minuto a minuto, ¿no es verdad? Es cierto, no
sé porqué sigo insistiendo en lo mismo si sabiendo que me quieres me dijiste
que todo estaría bien y sí, he sido yo la culpable por querer idiotamente saber
e interesarme si realmente te siguen gustando las demás.
-
No, espera… no quise decir eso, no te
vayas tan pronto, conversemos, no volverá a suceder ¡te lo prometo!...
-
Y aquí me encuentro, luego de aquella
“conversación” no he vuelto a saber de él, me gustaría preguntarle si piensa en
mí, tal como yo pienso en él, quisiera confesarle que siempre lo recuerdo y lo
extraño, más aún ahora que no está conmigo, he soñado con nuestro posible encuentro
de reconciliación, esos de ensueños…
-
Por un momento llegué a pensar que esta
persona sería el hombre de mi vida pero todo pensamiento a futuro que tenía en
mi mente se desvaneció al momento en que lo vi marcharse, recién ahí comprendí
y supe que lo estaba perdiendo… y no porque acababa el día, sino que para
siempre.
Quisiera
que mi historia acabase en este instante, si no es así quisiera mantenerme de
pie para poder saber cómo terminará esta novela…
No hay comentarios:
Publicar un comentario