jueves, 7 de junio de 2012

La inmortalidad del cangrejo.-


La inmortalidad del cangrejo.
Buenos días profesora y compañeras. A todos en algún momento nos dijeron que no éramos conscientes de la realidad o simplemente nos bromeaban con que pensábamos en la “inmortalidad del cangrejo”, solamente porque nos quedábamos mirando en un punto fijo, tal vez pensando en la nada. Quizás algunas de ustedes, en este momento se sintieron identificadas, porque es exactamente lo que están haciendo.
Algunos dicen que frecuentemente las personas están en esa instancia, sobre todo si tienen nuestra edad, lo que me deja mucho que decir, ya que por ese motivo me estoy dirigiendo a ustedes.
Muchas de nosotras hasta bromeamos constantemente con esta oración de “casar moscas”, lo que no me hace pensar que realmente sea una estupidez, porque de todos esos pensamientos vacios, surgen nuestras decisiones con respecto a nuestro futuro.
Cuando reflexionaba sobre el tema que quería compartir con ustedes, no encontraba lo realmente común que podríamos tener, pero ¡gracias a un tipo de la micro que me refregó el tema en la cara diciéndomelo con un tono realmente burlesco! puedo reafirmar el motivo de este discurso sobre “la inmortalidad del cangrejo”… pero para su alegría o pesar, es lo que me trae a hacerlas reflexionar que esta pequeña trivialidad se convierte inmediatamente en algo relevante cuando el tema de esta generalidad se transforma en parte importante de nuestra vida. Porque si, así lo creo. Y así me gustaría que tomaran mi sugerencia. La frase ya tan repetida si sirve de algún modo, ¡sirve para preocuparnos de nosotros mismos!... ¡sirve para darnos el tiempo que nunca dejamos para nosotras!.
Se dice que “estamos en las nubes”, que vivimos y pensamos “en el mundo de bilz y pap”, que salimos recién o estamos en “la edad del pavo”; en fin, son solo palabras que nos recuerdan cada día que “despertemos a la vida”, reflexionando y conversando temas de real importancia. ¡Dicen que quieren adaptarnos a una realidad que aun no enfrentamos!, por culpa de la famosa “inmortalidad del cangrejo”. Y estoy segura, de que aun no queremos.
Muchas gracias.-

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