sábado, 21 de abril de 2012

Días pasados...

De vez en cuando tu olor se cruza con mi nariz y atraviesa mi mente, dejando al descubierto lo rápido que corre mi sangre para alcanzar tu velocidad, de repente mis venas te alcanzan pero, tu sigues corriendo para dejarme a la espera de algún turno que tengas libre...

-En media hora te espero a la salida del metro, luego nos vamos a nuestro lugar, finalmente como pago me vas a dejar a la puerta de mi casa; te esfumas con un beso distante en la mejilla y rematas diciendo "te llamo cuando tenga un poco de tiempo disponible".

No es que siempre sea así pero, que más podré hacer si una de las pocas cosas que me calman es tener tu aire dentro de mis pulmones.
¿Que sucede si me dices adiós? Mi alma se descompone, el cuerpo se marchita y mi piel no tendría vida... La voz se deshace en casa palabra al viento y ¿Qué es lo que queda? Un sentimiento, la esperanza y el deseo de que volvamos a ser un corazón en dos cuerpos intensos, cobardes y llenos de placer provocado que ambos adquirimos para entregar a muchos y amar solo a uno.
En eso me convertiste, en el parto no deseado que pasó por un sexo brutal y genial.

La última vez que te vi, te noté insatisfecho, ¿Por qué será? Es tal vez por tus malaventuranzas que haz hecho hasta hoy, me contagiaste de tus imperfecciones, amo la facilidad que tienes para mandar todo a la mierda, te veo tan involutivo que me dan deseos de hacerte reproducir, pero no quisiera terminar como ya muchas lo han hecho.
A veces al mirarte descanso en tus ojos y tú en los míos, mientras mis ojos navegan por entre medio del mar de almas no vivientes que deambulan por las calles solitarias poco transcurridas del ayer en algún rincón de tu interior.

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